La sustentabilidad es parte del ADN de Victorinox

Ya en la década de 1970, en una época cuando casi no existían disposiciones legales para la industria a nivel nacional, Victorinox reconocía las cuestiones de lidiar con los problemas de protección ambiental y sustentabilidad, no sólo como un deber empresarial y una responsabilidad social sino también como un factor importante para el éxito. En la actualidad, los innovadores productos de la empresa y la implementación profesional de la gestión ambiental y energética representan el pensamiento decidido de largo plazo del emprendimiento familiar tradicional.

El hecho de que la administración de la empresa también asigne particular importancia a las inquietudes sobre recursos y la preservación del sustento de las generaciones futuras también queda demostrado por el premio empresarial de la Schweizerischen Umweltstiftung [Fundación Ambiental Suiza], recibido en 2008. Desde 2007, nuestra propia etiqueta de «Escudo Verde» (“Green Shield”) ha hecho del conocimiento de todos los empleados las inquietudes sobre protección ambiental.

Para el desarrollo y la fabricación de todos sus productos, Victorinox establece los más elevados estándares en el cumplimiento de criterios ambientales. Evaluamos un conjunto de factores desde la reciclabilidad y las amenazas ambientales hasta los riesgos para la salud de nuestros materiales y empaques (en particular, al evitar el uso de metales pesados) y respecto del consumo energético para la fabricación y el transporte. No sólo lo hacemos en cuanto a nuestra producción interna sino que también esperamos los mismos estándares de nuestros proveedores, a quienes nuestro equipo controla con asiduidad. Siguiendo el principio “tanto como se necesite; lo menos posible”, todos los empaques utilizados para proteger el producto son reciclables; el empaque de cartón está hecho de hasta 90 % de papel recuperado. Sólo se usa papel blanqueado 100 % libre de cloro y tintas y acabados sin solventes.
El empaque que se usa para proteger el producto es reciclable.

Victorinox aún no está satisfecho con lo que ha logrado hasta ahora. La empresa familiar se enfoca en un proceso de mejora continuo que está firmemente afianzado en su cultura corporativa. Por ello, nuestra intención es mejorar la eficiencia energética y, con ese fin, instalamos un sistema fotovoltaico en el edificio de la fábrica en Ibach, que desde abril de 2016 produce energía para el propio uso de la empresa. También tenemos planificado desarrollar más el sistema de recuperación de calor, la expansión de la calefacción urbana para viviendas residenciales y la renovación de las estructuras edilicias.

Los edificios en Delémont también se están renovando y modernizando en términos de tecnología energética. Los 2495 m² de paneles solares producen aproximadamente 470 000 kWh por año. Esto equivale a la demanda de energía de 135 hogares aproximadamente. Las emisiones de CO2 se redujeron en aproximadamente 400 toneladas mediante la sustitución del aceite de calefacción por una bomba de calor. Pero también ayudamos a cada empleado a colaborar con su parte: Victorinox no sólo reembolsa los costos de uso del transporte público para llegar al trabajo, sino que planea instalar una estación de recarga para los vehículos eléctricos en la instalación de Ibach.