El secreto del acero de Damasco

Un tipo de hoja especial

Persia, 1884

Éste es especial. Él puede sentirlo. Incluso antes de desenvainar el shamshir, el sable persa. Él puede sentir su presencia, incluso antes de pasar un dedo por la hoja. Pareciera que la fuerza que irradia de la hoja se extiende por su superficie, para servir de apoyo a quien la lleve. Toca suavemente el acero. Es suave y frío, a pesar del calor del mediodía que se abrió paso en los ventosos pasillos del bazar de Mashhad, repleto de cuerpos en movimiento y charlas de negociaciones. Se acerca para mirar. Tenía razón: Hay un patrón sutil tipo onda en las finas líneas oscuras de acero que son el indicio de una prestigiosa herencia.

“El verdadero acero Damas”, afirma el comerciante, como si leyera su mente. Apunta con orgullo hacia un grabado en el mango. Henri Moser reconoce las letras persas de color dorado y asiente sabiamente. Ya ha coleccionado algunos cuchillos con la firma del famoso fabricante de espadas Assad Ullah de Isfahan. En el taller de Ullah se crearon famosas herramientas de guerrero oriental para decorar y defender la posición de un hombre con su espectacular belleza, filo y resistencia.

Como pequeñas olas de agua

La palabra "damas", que significa “agua” en árabe, es un posible origen del nombre de este acero especial con el patrón de pequeñas olas de agua. Hecho a base del wootz indio, un acero de alta calidad, se comerció en lugares tan lejanos como el gran centro de armas de Damasco en Siria. Debido al importante papel que desempeñó Damasco en el comercio con Occidente, el nombre pasó a ser acero de Damasco, o acero damasceno o damasquino. A pesar de que la receta y el proceso exacto de fabricación de la hoja del acero proveniente de India y Persia eran secretos bien guardados que se perdieron. Incluso antes de la visita de Henri al bazar de Mashhad, los mitos y las leyendas en torno al acero crecieron a medida que se hizo más popular entre los occidentales.

Alto rendimiento

Para demostrar su extraordinario filo, el comerciante arroja hacia arriba una bufanda de seda y le pega en el aire con el sable. Caen dos trozos de seda al piso. Aunque lo haya visto algunas veces, Henri se sigue sorprendiendo con este desempeño. El comerciante ve la expresión de Henri y hace una mueca que refleja certidumbre. Este extraño se convertirá en el nuevo propietario del sable de Damasco.

LOS INICIOS DE LA COLECCIÓN

Henri comienza a mirar otras cosas para mejorar su posición de regateo. Disfruta del proceso y conoce los sables y el mercado. Al principio, los precios suelen ser altos. A pesar de su vestimenta oriental, el viajero y emprendedor suizo Henri Moser de Charlottenfels, Schaffhausen, se destaca entre la multitud persa. Abrazando fuertemente el sable y consciente de los observadores y murmullos sobre él, se aleja finalmente del puesto del comerciante. Está decidido. Su fascinación por la cultura y sus artefactos lo llevan a su segunda expedición por Asia.

Un famoso coleccionista y cronista viajero

El famoso acero de Damasco se convertiría en una de sus pasiones y lo conduciría a la colección de más de 1300 armas orientales ingeniosamente fabricadas. El aventurero describe sus experiencias en Asia Central, que lo convertirán en uno de los pioneros de las crónicas de viaje. De regreso a Europa, las personas se reúnen para escuchar sus aventuras y apreciar el arte de los cuchillos de Damasco y la extensa colección que Henri Moser ha adquirido en sus viajes. Henri sigue viajando a Asia; cada día le genera más curiosidad la posibilidad de revelar el secreto de la fabricación del acero de Damasco.

SABLES PARA LA CIENCIA

Entre sus amigos se encuentra un científico que comparte la curiosidad de Henri sobre el secreto de la composición especial del acero. Con unas pocas y preciadas hojas de la colección que fueron donadas generosamente, es capaz de descifrar un contenido alto de carbono y una composición especial de elementos traza dentro del acero.

Un descubrimiento sorprendente

En 2006, los científicos de Dresde realizaron un gran descubrimiento con las muestras de los sables de Henri: El tratamiento y la mezcla química del acero han creado los llamados nanotubos de carbono. Los nanotubos corren como finos pero resistentes hilos por el cuchillo al mismo tiempo que le brindan a la hoja rigidez y flexibilidad, y crean una especie de función autoafilable. Si bien el proceso original de creación se perdió hace mucho tiempo, la composición secreta del acero de Damasco se revela finalmente con la ayuda de los tesoros de Henri.

Nuevos enfoques a un antiguo tipo de acero

Hoy en día, la impresionante colección de Henri Moser está en exhibición en el Museo Histórico de Berna, Suiza. Se han explorado y descubierto muchísimas formas de crear hojas que presenten estos famosos rasgos: El calentamiento y la estratificación mecánica repetidos de distintos tipos de acero, y la mezcla de varios tipos de polvos de acero son métodos comunes de creación de las variaciones actuales del acero de Damasco.